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martes, 28 de junio de 2011

OCHUN, SU MIEL ,TRATADO DE OCHUN,PATAKIES Y LEYENDAS

su día es el sábado y sus números 5 - 10 - 15 - 25, se 
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Mito africano, inspirado por un patakí o leyenda mistérica de la Santería  que forma parte de los odús de las escrituras sagradas orales del  oráculo de Ifá y sucedió que cuando el Creador, Olodumaré, envió a las 16 abejas trabajadoras a la Tierra al principio de los tiempos para que  civilizaran a la humanidad, incluyó entre ellas a una llamada Ochún. 



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TRATADO DE OSHUN

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Solamente oímos su nombre Oshun y en el momento se conjura sensualidad, amor, sexualidad, romanticismo, delicadeza, dulzura, alegría, agua dulce, serenidad, la luna, oro, deseos carnales entre otros. Oshun es todo lo antes dicho y mucho más. Ella es la rumbera, y la culpable de que dos hombres se maten por ella. La historia Yoruba dice que Oshun es la hija más pequeña de Olodumare. En la tierna Yoruba hay un río que Lleva su nombre, por ser sus aguas más dulces que el azúcar. En el tiempo esclavista Oshun se escondió detrás de la fachada de la imagen católica de La Caridad del cobre para poder disimular y poder propagar la religión Africana sin que los  amos se dieran cuenta. Oshun se hace en la cabeza de su hijo es mulata 0 mestiza donde se unieron la sangre española con la Yoruba. Oshun es la mulata, quien con su cintura contonea como si el viento fuera de ella su hermosa Arrogancia. Dueña de todos los ríos del mundo donde todo hijo de santo debe ir a buscar su bendición antes de asentar cualquier santo. Mi reina dueña de todo lo bueno y dulce, cariñosa, amante de todo el mundo, fiestera, dulce hasta repugnante, mujer bella escultural, simple mujer que se conforma con su chivo capón, miel, girasoles, ochin-chin y sus dos gallinas, tu mujer que flaqueas ante las calabazas y naranja china tu misma que usas tu botecito en las tardes de los viernes para navegar los ríos de los mundos de tus hijos para así Llevarte sus penas te pido que vengas y navegues por los ríos de mis penas y te lleves mis sufrimientos y de todo aquel que merezca tu intervención, Te pedimos que mires entre nosotros en especial las partes del cuerpo humano que Olodumare te ordeno intervinieras y te lleves lo malo que nos pueda perturbar la salud. Tu apetevi soro obini de Ifa, tráenos el consuelo y si pudieras después de todo derramar oro perturbar la salud. Tu apetevi soro obini de Ifa, tráenos el consuelo y si pudieras después de todo derramar oro para así poder llevar nuestras deudas.

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Ochún socorre a Orula En mitad de la selva imaginaria de la tierra de los orishas, vivían  Ochún, Oggún, Changó y Orula. Ochún, tan sensual, bella y erótica como  liviana, vivía maritalmente con Changó, pero esto no le impedía flirtear con Oggún y con cualquier caminante que se perdiera en ese monte lleno  de sorpresas.

Por ese entonces, Orula, baldado y en silla de ruedas, decidió registrarse buscando saber hasta cuándo duraría su desgracia. Se tiró el ékuele y le salió la letra Iroso Sa, que le recomendaba hacerse ebbó a toda carrera. En este registro se le advertía también que tuviera mucho cuidado con el fuego, pues Changó se habla percatado de las infidelidades de su mujer. Ochún, apenada porque Orula en su lecho de enfermo no podía salir a buscar las cosas necesarias para hacer el ebbó, inmediatamente se las  trajo. Orula le quedó muy agradecido. Un día de primavera, mientras Ochún cocinaba una adié, la comida  preferida de Orula, Changó acechaba para lograr su venganza. Seguro de  encontrar juntos a Ochún, Oggún y Orula, formó una gran tormenta y, con  sus rayos implacables, le prendió fuego a la choza de Orula. Oggún salió corriendo. Orula, del susto, volvió a caminar y logró alcanzar la  espesura. Ochún, quien buscaba orégano y albahaca para sazonar la adié, al ver las llamas pensó en la invalidez del pobre Orula. A riesgo de su vida, penetró en la casa para salvarlo. Al no encontrarlo allí, desesperada y casi ahogada por el humo, salió llorando. Cuando vio a  Orula, sano y salvo en un clarito del monte, se abrazó a él. 

Emocionados, ambos se juraron amistad eterna. Orula le dijo: "Tú, que  fuiste la pecadora, te acordaste de mí en los momentos más difíciles. De ahora en adelante, comerás conmigo. Haremos juntos nuestra comida  predilecta, la adié. Te nombro, además, mi apetebi. Juntos andaremos los caminos de los oddun y de los hombres”. Iború, Iboya, Ibocheché.
Oración a Oshun    

Reina y Madre del Amor , la dulzura y la armonía, ante ti comparezco, fiel y devoto/a, para que escuches mis plegarias y me liberes de todas las cosas malas ,obstáculos, accidentes y todo tipos de energías negativas dirigidas hacia mi persona, concédeme este favor que hoy vengo a pedirte y pediré día a día. Ponme a salvo mi querida Madre porque yo te amo, y tú tienes la fuerza para hacerlo. Concédemelo madre del amor. Amén.

Oración a Oshun

Oriki para Oshun Mbe, Mbe, ma Yeye. Mbe, Mbe, L’Oro, Oshun awuraolu, Serge si elewe roju oniki. Latojoku awe de we mo, Eni ide ki su omi a san rere, Alose k’oju ewuji o san rere… Alode k’oju ewuji o san rere. O male odale o san rere.

Orula conquista a oshun

La muchacha más linda de la región era Yeyé. Todos le decían: “Cásate conmigo”, pero no respondía, se sonreía y caminaba con esa gracia en las caderas que sólo ella tiene. Era tal el acoso, que su madre le dijo un día a los enamorados: “Mi hija tiene un nombre secreto que nadie conoce. El que lo averigüe, será su esposo.” Uno de los enamorados era Orula u Orunmila, el dios de los oráculos. En esta oportunidad él no podía  averiguar cómo se llamaba la linda muchacha.

 Entonces le pidió ayuda a Elegua  y le dijo: “Averigua el nombre de la muchacha que tiene rotos los  corazones de los hombres. Sólo tú, que eres tan hábil, puedes conseguirlo.” Disfrazado unas veces de viejo, otras de niño y hasta fingiéndose dormido, Eleguá estaba siempre cerca de la casa de Oshun , procurando averiguar cuál era el nombre. Como la paciencia tiene su recompensa, un día la madre, que jamás decía el nombre en voz alta, la  llamó diciéndole: “Ven acá, Oshún.” Eleguá oyó el nombre y se dijo: “Oshún es su nombre secreto.”  Sin pérdida de tiempo, se reunió con Orúnmila y le contó lo que había sucedido. Aquel, que ya por esa  época era un babalawo muy respetado, fue a donde estaba la madre de la  muchacha y cuando estuvo reunido con las dos, dijo: “Vas a ser mi esposa, porque sé tu nombre: te llamas Oshún.”
Patakin:

Hubo una ocasión en que oshun estaba pasando mucho trabajo y por mucho que se esforzaba en mejorar de vida, cada día estaba peor. Un día en que ella estaba agotada de tanto caminar, se sentó al  pie de un camino por el  cual en esos momentos pasaba eshu, que al verla se asombro del estado en que se encontraba. Este le pregunto porque estaba así y ella le conto todos los trabajos que estaba pasando, y además los desengaños que había tenido. Eshu  se intereso y le dijo a oshun que la iba a llevar  para  la casa de orunmila, para que este la ayudara, para que de esta manera ella pudiera encontrar lo perdido.

Cuando eshu llego con oshun a casa de orunmila este se quedo mas asombrado que eshu al ver en el estado en que se encontraba, pero le dijo a oshun que no se preocupara pues el haría lo posible por ayudarla. Orunmila  le hizo osode y le vio este ifa y le dijo que ella tenía que hacer ebbo con: akuko fifesho, adie meyi, ewe obure, ewe dara, y ewe dayan y que después que hiciera el ebbo y con el ewe obure hiciera oshinshin y lo llevara a ibu losa y que con los otros ewe se diera un baño en ibu y que ella cambiaria su situación, también le recomendó que tuviera cuidados al hacer favores para que no volviera a pasar trabajos y al mismo tiempo ella iba a pasar un bochorno, cuyo bochorno le iba a hacer bien, que dejara la ropa que llevaba puesta en el rio al darse el baño. Oshun hizo lo que orunmila le había indicado, pero cuando ella volvió de darse el baño en el rio, regreso a casa de orunmila a buscar sus pertenencias que ella había dejado, pero orunmila al verla tan cambiada se enamoro de ella y le hizo el amor e hicieron ofikale y estando en estas condiciones a oshun le bajo la menstruación la cual la tenia retenida hacia bastante tiempo, ella se abochorno pero al mismo tiempo se alegro del advenimiento de ashupa.

Pattaki de ochun:

A la bella Ochún le gustaba pasearse por el monte, donde bailando y cantando, jugaba con los animales quienes la respetaban y ni el alacrán la picaba. Oggún un día la vio pasar y quedó prendado de su belleza, sin poder contenerse la persiguió para poseerla. Ochún, que a quien amaba era a Changó, huyó del fiero Oggún atravesando por los montes hasta llegar al río al cual se lanzó y se dejó llevar por la corriente  llegando a la desembocadura con el mar. Es aquí donde se tropezó con la  poderosa Yemayá, quien se compadeció de ella y la protegió. Yemayá la  regaló entonces a Ochún el río para que viviera en él y para alegrarla,  la cubrió de joyas, corales y otras riquezas. Por esto es que Ochún vive en el río y quiere tanto a Yemayá. Se dice que con Changó tuvo amores muy ardientes y éste siempre la  prefirió. A Obba, legítima esposa de Changó, la traicionó Oshún cuando  le aconsejó que se cortara las orejas para preparar el Kalulú, plato  favorito del dios del trueno, esto le costó a Obba ser repudiada por su  esposo. Oshún tuvo amores también con Agayú, que la conoció como sirena  en el río. Hay un patakí que cuenta cómo una vez Olodumare se llevó todas las aguas para castigo de los hombres. Los ríos y las lagunas se secaron, los  peces, los animales y los hombres morían de sed. Ifá puso en un ceso  ofrendas que debían conducirse al cielo, Oshún se encargó de ello. Por  el camino se encontró a Elegguá y le entregó aguja e hilos, luego se  encontró con Obatalá y le regaló los huevos que llevaba, Obatalá en reciprocidad, le indicó donde estaba la puerta del cielo. Al llegar al  cielo, Oshún vio que una gran cantidad de niños cuidaban la puerta de  entrada y les repartió dulces para que la dejaran entrar. Olodumare la  oyó y accedió a dejar caer la lluvia de nuevo sobre la tierra. Se  llenaron los ríos y la naturaleza revivió en todo su esplendor.

Ochun Caminos

Ochún Kayodé: como Yeyé Moró, se pasa la vida rumbeando, y es muy alegre y servicial. Miwá, observa la misma conducta ya que es “ligera de cascos”. En Oyó, el orishá changó la tuvo como esposa, y era muy respetada y querida. Sus riquezas eran incomparables, y a través de ellas, engalanó a su esposo para que le enseñase el arte adivinatorio de Até. Se la funda en un otá de río bien pulido, redondo, de colores marrones en degradé. Sus caracoles son también marrón oscuro, y lleva una llave de oro que le obsequió Elegguá, con las que abre las puertas de la felicidad, de los corazones de la gente, pues todos la quieren.

Eyé Moró (Yeyé Karí): La más alegre, coqueta y disipada de todas. Continuamente está de juerga, pachanga, se pinta, se mira en el espejo, se perfuma, y hasta con los muertos coquetea. Tiene una gran afiliación con Eggún, motivo por el cual muchos lucumí la consideran mungungu, o reina ngangá.
Ochún Aña: es la Oxúm de los tambores. En el batá, se suelen cruzar los seconde (segundo tambor de la orquesta) en nombre de Aña. Se nota su buen asentamiento, cuando ella baila frente a éste, pues es su predilecto y muy rítmico de por cierto, entonces aceptó el tambor. La dupla Alafi - Aña, es muy común entre los cuerpos de rada (tamboreros) de las Reglas cubanas.

Ochún Yumú (Bumí): Teje mallas, redes y cestos para los pescadores. Vieja y sorda, también fabrica jarros de barro. Muy severa, está vinculada con Oggún. Habitualmente a ella se la considera su mujer. Es la más rica de todas, y “no le gustan las fiestas”. Su fundamento tiene la forma de un pez, es de cerámica blanca, y su otá presenta características de una piedra de río plana, con forma de corazón, de color amarillo azufrado, porosa. Lleva anzuelos, remos, redes, mucho oro, y cosas de la kalunga (cementerio).

Yumú está asociada a los muertos, sale del río y maneja la pica y el azadón en Izokú (también llamados así a los cementerios). Trae a sus hijos la prosperidad comercial en todo lo que emprendan. Se mece en una mecedora, una comadrita, en el fondo del río.

Ochún Sekesé : Es sumamente seria. Se la asienta con un muñeco de madera, que tenga los pechos muy abultados, pues “tiene bastante alimento para darle de mamar a su hijo”. Algunos pueblos de África, como ser Takuá, lucumí e Ijebu, suelen ponerle un niño entre los brazos. Es fiel mujer de Xangó, y a éste orishá se le atribuye ese hijo, el Xangó Ibeji. Akuaro ( Ibú ) ochún: vive entre el mar y el río, por tanto, es de agua salada o dulce. Es la que prepara los amarres sentimentales a través de filtros para el amor. Se le suele llevar hasta su jurisdicción ofrendas, ochinchín, con mucha miel, bastante oro y perfumes, y una botella de sidra dulce. Antes de llegar al lugar, hay que hacerle ebbó a Yemayá, su madre adoptiva quién la recogió en su desesperada huida. Akuara, para muchos lucumí, es uno de los pasajes más viejos de Ochún, que viene de Dajomi. Nada se escapa a sus ataduras… 

Ochún Akuara ó Ibú: Es también buena bailadora y de carácter alegre, trabajadora, le gusta hacer el bien, atiende a los enfermos, como Yemaya, amarra a los abikús.

Ochún Funké: Es sabia, y tiene grandes conocimientos sobre la magia. Junto a changó, su marido - una de las mejores afinidades de estos orishas -, aprendió los secretos de la hechicería y la adivinación. Su padrino es Orulá. Ochún Fumiké: está relacionada con Obatalá. Le concede hijos a las mujeres estériles y quiere mucho a los niños. Cuando una mujer no puede quedar embarazada, se le hace un omiero con yerbas del monte de Ochún; luego se la impregna con miel. Una vez que la señora quedó en cinta, para mantenerlo ( pues también se puede ser propensa a perderlo ), se ata un cordón amarillo alrededor del vientre de la embarazada, flojo, para que la pancita siga creciendo y la criatura no se “desprenda”. A Fumiké se la fundamenta en una sopera blanca de cerámica, pues es el atributo que le concedió Obatalá, para dar vida y nacimiento a nuevas personas en la tierra.

Ololodí (Olodí): Como Yumu vive en los fondos de los ríos. Borda y teje sumida en el agua, con sus peces, una estrella y la media luna. Es muy sirena. También es media sorda, y tarda en responder a su invocación. Muy casera, Señora de respeto. Sólo se ocupa de asuntos verdaderamente serios.

Es menester  agitar con fuerza un agogó o campanilla, que antes era de cobre y hoy es de plata, o llamarla como a Atití, con una trompeta en forma de cuerno del mismo metal. No baila, tiene grandes conocimientos es la Ochún instructora. 

TakuáEdé (Pandá): Es elegante, gran señora, le gusta la música, concurre a las fiestas, pero es juiciosa y fiel mujer de Xangó y de su hogar.

Terriblemente celosa, sus ojos irradian odio y bravura cuando otra orisha intenta reconquistar al “galán”. Se la funda en una fuente o sopera de cerámica blanca, con un muñeco de madera, que tenga los ojos grandes enmarcados por dos caracolas abiertas o güiro. Edé (Pandá): es elegante, gran señora, le gusta la música, concurre a las fiestas, pero es juiciosa y fiel mujer de Changó y de su hogar. Terriblemente celosa, sus ojos irradian odio y bravura cuando otra orisha intenta reconquistar al “galán”. Se la funda en una fuente o sopera de cerámica blanca, con un muñeco de madera, que tenga los ojos grandes enmarcados por dos caracolas abiertas o güiro.

Ochún Niwé (Migwé): vive entre los juncos del río. Está muy asociada con Naná Burukú, y ambas entretejen cestos y canastos para los pescadores. Se la simboliza en una imagen de madera, muy oscura, pues su cuerpo siempre está impregnado de barro, y lleva los mismos atributos que su amiga

Naná. Ochún Niwé: Vive en la manigua.

Eyé Moró (Yeyé Karí): La más alegre, coqueta y disipada de todas. Continuamente está de juerga, pachanga, se pinta, se mira en el espejo, se perfuma, y hasta con los muertos coquetea. Tiene una gran afiliación con Eggún, motivo por el cual muchos lucumí la consideran mungungu, o reina ngangá. Ochún Miwá. - Observa la misma conducta, ligera de cascos.

Ochún Aña: La de los tambores.
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Ochún Yumú, Ochún Gumí: Son aspectos serios de la diosa, teje mallas, jamos y cestos para los pescadores, Yumú, vieja y sorda fabrica jarros de barro, es la más rica de todas, no le gusta la fiesta y es muy reservada

Ochún Ololodí ó Olodí: Como Yumú, vive en el fondo del rió, borda y teje bajo el agua, con sus peces, una estrella y la media luna. Es una sirena. Muy sorda, cuando se le llama tarda en responder, es menester agitar con fuerza un agogó, una campanilla ó llamarla con una trompete en forma de cuerno, de plata, es muy casera, señora de respeto, solo se ocupa de asuntos serios, no baila.

 Ochún Kolé Kolé ó Akalá Kalá,Ikolé, Bankolé ó Ochún Ibú Kolé: En este camino, la risueña y seductora Ochún que ha caído muy bajo, se arrastra por el fondo del arroyo, es una hechicera empedernida, inseparable del aura tiñosa, y de ahí el sobrenombre de Ibú Kolé, se halla de una miseria abyecta, posee un solo túnico, que era amarillo, su color emblemático, y de que tanto lavarlo se convirtió blanco, come lo que lleva el aura, vuela con ella ó en ella, todas sus obras son malas. 

Ochún Awé: En este camino a diosa del amor, no se parece en nada a la mujer exuberante de vida y de alegría, limpia y perfumada, que corre como venado para llegar a la fiesta, cuando escucha repicar los tambores y que el viejo llama a Ochún Galadé,Ochún Awé, es Ochún afligida junto al Ikú, Ochún con la ropa sucia.

HIERBAS DE OCHÚN 

Recedad, abre caminos, flor de agua, alacrancillo rosado, himo macho, anon,platanillo de cuba, botón de oro, flor de muerto, calabaza, almacigo, cerraja, mamey colorado, culantrillo de pozo, mari Lope, embeleso, cundiamor, guacamaya francesa, pomorosa, guama de costa, jaboncillo, maravilla amarilla, hierba de la vieja, no me olvides, girasol, romerillo, zapote, albahaca, saúco, hierba de la niña, lechuguilla, hierba añil, verbena, prodigiosa, paraguitas, helecho, berro, lechuga, hierba buena, albahaca morada, guamá, guásima, panetela, huevo de gallo, helecho de rió, guacamaya, hierba mora, corazón de paloma, cucaracha, diez del día, orozú, palo de canela.

Oshun Apeterbi de Orula

Este Orisha femenino representa la lucha de la  vida, es dueña del Río, es la Diosa del Amor, nació en una covacha muy  bonita a la orilla del Río y Mar. Es la capataz de los Eggun, viste de Blanco y Amarillo, es hija de Nana Burukú y Olofin. Oshún tuvo hijos con: Oddua, Orunmila e Inle. Con Oddua tuvo a Oloshe (niña), con Orunmila tuvo a Porote (Niña) y con  Inle tuvo a Logun Ede (andrógino). Oshún es la cuida el OJUBO DE ODDUA YYEWA. Oshún al principio de la Tierra, era Cocinera de los  Orishas, éstos no la consideraban y ella trastornaba a todos con sus  polvos hasta que hubo que considerarla; es el único Orisha, que siendo  la Menor, puede suplir a todos inclusive a Obatalá. 

Según  Leyendas Nigerianas, Oshún cambio su largo pelo a Yemayá por Telas de  colores bellos y con el Pelo que le quedaba Oshún se hizo hermosos  peinados, naciendo con eso la Ciencia de los Cosméticos de Tocador de  Pelo.

 Oshún vivió con Ayagguna pero tuvo que dejarlo debido a la  Igbin que éste comía que para ella es Tabú. Oshún con quien más hijos tuvo fue con Obbatala, por eso es que los hijos de Oshún hacen o consagran muchos Sodo Orishas de Obbatalá en su vida religiosa. Oshún es famosa en toda Nigeria por su participación en la Creación del Feto en el útero, ella preside el Embrión junto con Yemayá y Obbatalá es el  Escultor que le da forma y le da el Ashe de la palabra, para que Eleda  de Olofin baje. Oshún vivió con: Osain, Shakuana, Shangó, Orunmila, Ayagguna, Aggayú, Orishaoko, Oddua e Inle. El hombre que le satisface es Inle y el que le conviene es Orunmila, pues se Corona. Oshún es la única que puede oír a oro (secretos de los hijos de oshun que tienen en la cabeza eyilawa oshebora).

Tienen que tener frente a Oshún una PESA para que le indique lo BUENO o lo MALO del día según sus oscilaciones.

Antes de venir a la Tierra, fueron a Ifa para que les adivinara, y el  profeta del Señor, Orunmila, les instruyó siempre honrar a Ochún, pues  su aché o medicina es extremadamente importante para ayudar a civilizar a la humanidad y a guiar su evolución. Cada una de las 16 abejas tenía su aché, sus propios talentos y poderes que eran usados para el beneficio de la humanidad. Pero a las demás no les gustó Ochún, la oricha fémina, por ser diferente. Se comportaba como si fuera una diva y sabía que era bella y sabia. Por eso la excluyeron en todo lo que hicieron, y solo le asignaron quehaceres triviales a
ella. No compartieron con ella y la maltrataron. Ella se sintió aislada, pero debido a su virtud, no perdió la cabeza ni se enfureció. Lo que sí hizo, fue que en lugar de echar bendiciones, dejó de bendecir con su aché a los demás, porque ella sabía que solo se debe compartir el aché, la energía, con aquellos que lo ameritan. Y así los trabajadores comenzaron a darse cuenta de que nada que hacían valía la pena, nada rendía frutos, la tierra ya no era fértil y sus métodos para todo ya no eran útiles. Ya no había desenvolvimiento. Dejaron de prosperar y evolucionar. Su frustración a la larga los llevó a los pies del profeta Orunmila donde fueron adivinados para ver que sucedía. Al verlos Orunmila, dijo de inmediato:  "¿Donde está Ochún? ¿Por qué no les acompaña? ¿Porqué no la están incluyendo en todo lo que hacen, y honrando como les fue instruido antes de ser enviados a la tierra?” "Es porque es la única mujer y tiene toda la fertilidad", respondieron. 

Orunmila entonces dijo: "Se han dejado consumir por la envidia", y les recomendó que le ofrecieran sacrificios a Ochún, que la sirvieran, que trabajaran duro y recogieran néctar real para alimentarla, como hacen las ovejas a su reina en todos los nidos de abeja y de aquí es que se origina esta tradición en esa especie de alimentar la reina con mermelada real. Es por Ochún que todos los nidos de abejas tienen una reina. Dijo el profeta del Señor que si ellos realizaban estos sacrificios, su trabajo rendiría frutos de nuevo. Mientras todo esto sucedía, Olodumaré-Dios miró a Ochún con compasión mientras ella le rezó y le recordó cuan humillada y avergonzada la habían hecho sentir, y lo mal que la habían tratado. Dios vio que ella había cargado el yugo del rechazo y opresión con virtud y dignidad, sin perder su cabeza y sin usar su poderosa magia para ejercer justicia, y que solo había negado su bendición a aquellos que contra ella cometieron injusticias. Se condujo como toda una reina. Entonces Olodumaré decidió otorgarle el honor de ser la reina de las abejas, y le dio una corona con cuentas y la declaró la mayor de las abejas.

Cuando el resto de las 16 trabajadoras primales retornaron, la vieron en su nueva regalía y se sintieron avergonzados. De inmediato comenzaron a ofrecerle los sacrificios que les habían sido instruidos por el profeta  Orunmila. Fueron por los jardines, recogieron néctar real y se lo  pusieron en la boca de modo servil, y le hicieron de todo tipo de  ofrendas propias de una reina, y finalmente le preguntaron si aceptaba  sus sacrificios. Bastante cómoda en su nuevo estatus como la reina, ella contestó:" Estoy preñada. Si paro una fémina, mi hija será estéril y me servirá a mí y a mi colonia como trabajadora, y la tierra será un lugar olvidad y sin vida. Si paro un varón, entrones habrá continuación de la vida, y solo entonces compartiré mi aché con ustedes de nuevo, y podemos continuar civilizando a la humanidad". Ella quiso enseñarles una lección con esto. Como reina, Ochún tenía el  conocimiento secreto y el poder de elegir el sexo de su creatura, pero  ellos no lo sabían. Aún hoy, las reinas en las colonias de abejas tienen este poder y conocimiento. Todos los días las abejas la alimentaron con néctar real, y le rezaron e hicieron sacrificios a su vientre para que fuera varón. Finalmente llegó el día del parto, y la reina esperó cinco días para salir y anunciar el nacimiento de su creatura. Para su celebración, era un varón. Fue llamado Oshe-tura por el sabio profeta Orunmila en la ceremonia de nombramiento. Finalmente las abejas tuvieron que retornar a Ochún a su ciudad sagrada de Oshogbo, en una carroza de oro mientras la alimentaban con miel y néctar real, y fue así como llegó a la ciudad sagrada donde hasta hoy es adorada como patrona. Fue así como Ochún salvó al mundo, permitiendo que la vida y la fertilidad continuaran, que las abejas se multiplicaran y que pudieran seguir endulzando y civilizando a la humanidad. Desde entonces, toda abeja tiene cuidado en no insultar a Ochún, pues es  lenta en perdonar a los que agreden a los demás, pero a la vez es  compasiva con los que son maltratados por los demás ya que ella nunca  olvida que también una vez fue oprimida y sufrió injusticias. Es esta su naturaleza agridulce. Este mito explica también porqué Ochún, aunque es la madre de todos, no cría a sus hijos: tiene sirvientes que realizan todo el trabajo y ella es la reina. Su rol es dar fertilidad, alegría y placer.
Oricha del rió, dueña de la feminidad del rió, es el símbolo de la coquetería y la sexualidad femeninas, mujer de Changó e intima amiga de Elegua que la protege.

Vive en el río, siempre acompaña a Yemaya, se representa como una mulata bella, simpática, buena bailadora, fiestera y eternamente alegre, es capaz de resolver tanto, provocar riñas entre orichas y hombres. Ochún es la bella entre las bellas, cantaba y jugaba en el monte por donde  le gusta pasearse, ella amansa a los animales y las fieras, ni el alacrán la pica, Yemaya la tomo bajo su protección, y le regalo el río para que viviera, para alegrarla la cubrió de joyas, corales e infinitas riquezas, por eso que Ochún vive en el río y quiere tanto a Yemaya. Sus colores son el amarillo, perotambién los coralinos y verdes agua, sincretiza con la Caridad del Cobre.

jueves, 16 de junio de 2011

REFLEXINES DE LA VIDA



 
LA VOZ INTERIOR
Escucha Tu Voz Interior
No importa donde estés,
ni lo que te digan que debes hacer.
Siempre que tengas una duda,
descansa un momento y escucha
lo que te dice tu voz interior.
No te apresures en tu camino,
ni sigas los pasos de otros.
Siéntate y descansa un momento
y escucha tu voz interior.
Esta es la voz que te busca y guía
El mejor consejo que puedes escuchar
Trae pureza a tus sentimientos
y te da la libertad de ser realmente
La persona que quieres ser.
Recuerda: Todas las respuestas
que buscas las tienes encerradas
la tu limpia y pura voz interior.
Hacemos una vasija de un pedazo de
arcilla: y es el espacio vacío en
el interior de la vasija lo que
la hace útil. Hacemos puertas
y ventanas para una estancia;
y son esos espacios vacíos los
que la hacen habitable. Así, mientas
que lo tangible posee cualidades,
es lo intangible lo que lo hace útil.
El reflejo de nuestra belleza interior.
En nuestro interior tenemos espiritualidad, bondad y belleza…
la sentimos y vivimos día a día en lo más profundo de nuestro ser.
La belleza interna se da en quienes tengan los ojos y el corazón limpio, desalojando las preocupaciones para así poder abrir la belleza que se encuentra esparcida a nuestro alrededor.
No la perdamos, mantengamos siempre el animo, la serenidad y nuestra mente en calma y equilibrio.
NO CULPES A NADIE
Nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida. 
Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de
acusarte en el fracaso para volver a empezar otra vez, corrigiéndote.
Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean, hay quienes en
tu mismo ambiente supieron vencer. Las circunstancias son buenas ó malas
según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte, enfréntate
con valor y acepta que de una u otra manera son el resultado de tus actos,
y la prueba que has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso,ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora ó seguiras justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso. 
Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú. 
No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente. 
Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a
los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos. 
Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo,
reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo;
reconociéndote a tí mismo más libre y más fuerte, dejarás de ser un
títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.
Levántate y mira por las mañanas, y respira la luz del amanecer.
Tú eres la parte de la fuerza de la vida.
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete de una vez y triunfarás en la vida.
¡NUNCA PIENSES EN LA SUERTE, PORQUE LA SUERTE ES EL PRETEXTO DE LOS FRACASADOS!
El Tren de la Vida
La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable. No obstante, esto no impide a que se suban otras personas que nos serán muy especiales.
Llegan nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros maravillosos amores. De las personas que toman este tren, habrá los que lo hagan como un simple paseo, otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje, y habrá otros que circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.
Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente; otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son tan queridos se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos, pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.
No importa, el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.
Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor.
Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.
El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos donde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.
Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia.
Creo que sí. Separarme de algunos amigos de los que me hice en el viaje será dolorido. Dejar a que mis hijos sigan solitos, será muy triste. Pero me afierro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.
Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valiosa.
Hagamos con que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

 
LA ALQUIMIA DE NUESTRO INTERIOR
Somos seres alquímicos y con un enorme caudal de potenciales en nuestro interior.
Si partimos de la idea de que durante el tiempo que estemos vivos tenemos la oportunidad (y casi diría que la obligación para con uno mismo) de convertir nuestro plomo interior en oro, el trayecto personal toma otro sentido y cobra la dimensión de algo digno de maravillar a quien lo recorre.
Ese plomo que asfixia nuestra creatividad, nos impide conseguir nuestras metas y nos fuerza a manipular a los demás para cubrir ese agujero tan hondo que parece no tener fin, puede convertirse en algo que nos lleve más allá, si somos capaces de mirarnos por dentro y reconocer eso que duele tanto que no toleramos y rechazamos en los demás.
El hecho de no conformarse con lo que hay en el presente (¿por qué quedarme en una pequeña parte de lo que soy, si yo soy mucho más que eso?), no es incompatible con el de aceptar todo lo que somos en este momento. Es más, este último, es un paso imprescindible para que se dé la alquimia de la que hablo: si no soy capaz de reconciliarme con mi pasado, con mis padres, con mis defectos, con mis limitaciones, con mis miedos, no voy a poder atravesarlos para llegar al otro lado, todo seguirá igual y yo en el mismo punto (o casi).
Somos una semilla, muchas semillas distintas, y en nosotros está elegir si las dejamos germinar en todo su esplendor, o las distintas posibilidades se quedan en eso: en algo que nunca llega a brotar. Continuando con este símil, es necesario romper el envoltorio para que surja la nueva energía que es impulsada a crecer y desarrollarse, y nuestro envoltorio está formado por pensamientos autóctonos que nos paralizan, nos critican, nos enfrentan a partes de nosotros mismos, nos castigan y nos envenenan. El reconocer esos pensamientos de los que ni siquiera somos conscientes y que, como si fuéramos marionetas, dominan nuestras acciones o provocan emociones de las que no nos podemos sustraer, es importante. Parar la cinta puede parecer tarea complicada, y ciertamente no es fácil hacer algo por primera vez,  pero tampoco es imposible. Como todo, requiere quererlo, quererlo, quererlo (la repetición no es un fallo del ordenador ni mío), constancia y práctica.
A mí me ha ayudado a conseguir detectar algunos de mis pensamientos con autonomía propia que se convierten en pautas autofrustrantes, cuestionarme y hacerme preguntas que me lleven más allá de donde me hallo.
No sé muy bien en qué puede consistir La Receta para cada cual, en mi viaje alquímico ha sido una poción hecha de: una sesión semanal (en ocasiones dos) durante cinco años asistiendo al consultorio de una psicóloga clínica (eso me ayudó a empezar a despertarme y a internalizar su voz haciéndome preguntas o cuestionándome desde fuera) + bastantes sesiones de terapia de regresiones + vivir situaciones que me llevaron al límite de mi capacidad de aguante y de sufrimiento + atreverme a romper con normativas impuestas que no me servían de nada, a pesar de la culpabilidad que ello me generaba (y según como y cuando, me sigue generando) + muchas sesiones de terapia floral acompañada de trabajo personal + ponerme a prueba para explorar si era capaz de ir más allá de mis miedos + enfrentarme a situaciones en las que mi fantasía era la muerte, cosa que me bloqueaba y me sumía en la parálisis del pánico (parece una exageración, pero hablar en público era impensable para mí hace algunos años y no hace tanto aún hay veces que he experimentado la sensación, justo antes de ponerme delante de un auditorio, de que era como ir al patíbulo, literalmente) + pasar por varias relaciones de pareja en las que mi dependencia tomaba el mando una y otra vez + equivocarme, errar y confundirme + convivir con mis inseguridades + ponerme una y otra vez enferma de los mismos síntomas + saber que tengo derecho a enfadarme cuando surge así y que eso es distinto de quedarse en el enfado como escudo ante el mundo (para ello no está más investigar de dónde viene y contra quién es el enfado permanente y puede ser casi tan antiguo como la vida de la persona) + NO QUERER SER PERFECTA (algo que estoy aprendiendo todavía a costa de pasar mucha ansiedad ante los retos) + llorar, llorar, llorar y llorar hasta conectar con la causa primera de ese dolor, que en realidad no tenía mucho que ver con la persona o la situación que fueron el detonante de tantas lágrimas en ese momento + multitud de pataletas inútiles que finalmente desembocaron en la rendición y en aflojar el control de lo que no dependía de mí por pura supervivencia + poco a poco ir honrando las distintas partes de mi padre y de mi madre que existen en mí ...
En ello sigo y seguiré mientras viva, pues si algo he aprendido es que LA PERFECCION NO ES DE ESTA TIERRA y que aquí y ahora La Perfección consiste en vivir con más plenitud, elegir con más libertad y ser más autosuficiente en todos los aspectos* ; saber disfrutar del presente sin ser perfecta y sin que las circunstancias lo sean, (una buena tarea que no sé si cumpliré mientras dure mi camino, pero no por ello voy a dejar de aspirar a conseguirlo).
Nuestro plomo en realidad es la simiente del oro que podemos ser y por tanto, sería una buena opción explorarlo y meterse en ello hasta las últimas consecuencias, para vivir mejor o al menos, con más completud, eso que somos en su totalidad.
LO MEJOR DE CADA UNO ESTA AUN POR DESCUBRIR Y LA BUSQUEDA NO DEBERIA ACABARSE MIENTRAS DURE LA VIDA.

domingo, 12 de junio de 2011

EL PAGÚGÚ O BASTÓN DE EGGUN


En el culto de Eggun,  este pagúgú es importantísimo. Constituye como un báculo de Eggun en la tierra. Con él se ejercen mandatos y llamados. Nosotros, cuando hacemos una ceremonia y usamos el pagúgú, estamos haciendo un llamado. El Pagugu de un santero y el de un Babalawo es usado para llamar a sus Eggun(muertos)   cuando van a dar coco a  Eggun, antes de empezar cualesquier actividad religiosa como: el Ituto, antes de darles de come a los Orichas,  cuando se hace el Oro,etc.
 muchos preparan su palo del Eggun con el palo de Ceiba, porque de esa madera  viene todo el poder de Eggun y de la Ocha. ya que la Ceiba es un árbol sagrado para los yorubas.
Se conoce también como Ewi Eggun. Hay también quien lo llama Baba Eggun, por la presencia masculina. Esa concepción existe solo aquí en América, mas no en África, donde cada persona debe tener su bastón ceremonial, independientemente que sea hombre o mujer. En la santería cubana, todo lo que se refiere a Eggun, debe hacerse con ese bastón: el oro a Eggun, la llamada, el ituto. Todo esto debe hacerse con el bastón. Inclusive, se acostumbra que, cuando a la persona se le hace su entrada al cementerio, ese bastón, debería quedar detrás de la efinda. Ese bastón no vuelve a la casa, no se vuelve a tocar. La última función del bastón de Eggun se da en su ituto. Como se ve es muy importante., el bastón queda personalizado para la persona. Existe algo que es la consagración del trono de ikú, que es la consagración de la bóveda espiritual. En el sistema del Dilogún se tiene el huesito del Egungun, con el cual se va a preguntar por los Éggunes que se deben colocar en la bóveda espiritual. Esa consagración se da sobre las copas de agua. En ese momento se consagra el bastón. Su primera función será cantarle un oro a Eggun, a esos Éggunes que se están consagrando en ese momento.
La mayoría de las casas de Ocha, consagraban su bastón ellos mismos. Eran santeras que tenían mucho conocimiento de Eggun, por eso consagraban su Ewi Eggun. Claro también los Babalawos, por diversos signos han consagrado el bastón. No es potestad sólo de los Babalawos. También los santeros y los oriatés pueden consagrarlos. El que tiene mucha relación con ese bastón de Eggun es el oba, cuando canta un oro, hace el ituto, da una carnera a Eggun. Es el oba el que debe estar capacitado para preparar el bastón, ya que tiene mucha relación con él.
. El bastón de Eggun es un palo con nueve cintas de colores, nueve cascabeles y un orificio que se le hace para la carga. Los de Ifá llevan uno elementos diferentes. Pero, siempre era un palo con sus nueve cintas de colores, sellado al final. Después se le han agregado la serpiente, la calavera, etc.
Las nueve cintas de colores y los cascabeles es una alegoría a Oyá. Pero, Eggun también  utiliza nueve colores como Oyá y Yewa. Los cascabeles representan a los Éggunes, a los nueve Éggunes que nos acompañan y representan. Los cascabeles son para que el Eggun se haga presente, al escuchar el sonido.
Se realizan nueve marcas con cascarillas ya que en el Dilogún, en el signo de osa, Eggun tiene gran presencia, como en Ifá que tiene su ordun especifico. Los Babalawos pueden marcar los signos directamente en el piso. Son sus ordun. Los santeros marcan las nueve rayas, que representa meza, osa, que es donde piensan que esta Eggún.
El bastón de Eggún se utiliza cuando se le va a dar coco a Eggun, cuando se le hace una llamada para cualquier actividad religiosa, en el ituto, cuando se hace el oro de Ituto. Cuando se hace el oro que se hace al féretro en la funeraria, el Oba debe ir detrás del féretro, bien sea saliendo de la casa o de la funeraria, con el bastón de Eggun. Debe ir cantando con el bastón de Eggun y haciendo la llamada hasta que se entierre a la persona. Va sonando el bastón hasta que el santero esté totalmente enterrado. Hay quienes lo dejan en el cementerio, en sitios determinados como, por ejemplo, detrás de la puerta del cementerio. Pero, ese bastón debería quedar enterrado a la cabecera de la persona que era su dueña. Esto lo hacían los yorubas, de acuerdo a algunos documentos. En obesa es recomendable que cuando hay muchas perturbaciones, en una misa espiritual de investigación, algunos santeros vayan cantando y llamando a los Éggunes, empleando el bastón, en una misa de llamada. También se puede emplear el bastón para hacer una misa de recogimiento espiritual, en la casa, cuando se siente una perturbación. Se va haciendo sonar los cascabeles y sonando el bastón. Mucha gente lo hace en Odi Iroso y va llevando el bastón hasta donde está la atención a Eggun. Es un medio de recogimiento. El bastón sirve para el recogimiento espiritual. Se dice “luz y más luz a los Éggunes del espacio” y se va realizando un recogimiento con la casa a oscuras, con una velita y sonando el bastón, hasta que llegas al lugar en el que está esa alma extraviada y se le da luz. El bastón tiene varias funciones. Muchas personas lo tienen ahí sólo para darle coco a Eggun. Esto no es así. Tiene una gran trascendencia. Mucha gente no le da la importancia que realmente tiene.
Este bastón tiene una carga específica. Debe llevar tierra de varios lugares, de distintas posiciones, al igual que otros elementos. Se le pueden colocar palos y otras cosas que lo vengan a complementar. También se le pueden agregar elementos que vayan de acuerdo al signo de la persona. Consideramos que para hacer una buena carga, lo mejor es que sea preguntando. Se puede usar el huesito del Eggun que tienen en Eleguá todos los santeros. Inclusive, se le puede preguntar con coco a un Eggun en particular, para saber si la carga esta odara y poder sellarlo. Los santeros viejos siempre lo sellaban, luego de cargarlo, con cera virgen.
En el momento en que se está consagrando la bóveda, cuando colocamos las copas y les damos de comer, hacemos un ajiaco, le damos un gallo y una gallina, hacemos un oro. Ahí es donde se consagra el bastón. Cuando se usa para hacer esa primera llamada, ahí es cuando se consagra. Haciendo un oro a Eggun.
Cuando el bastón se golpea al piso se busca la atención de Eggun. Decimos que Eggun está en ará onú.
El lugar indicado para tener este bastón es al frente de donde nosotros le damos las atenciones a Eggun, donde se le da de comer, donde se le coloca su asistencia. No atrás, sino adelante, porque se supone que es el báculo. Si el muerto está atrás, el bastón debe ir adelante para que él pueda apoyarse.
El bastón nace en obesa. Allí se habla del bastón de dos caras. También se habla del palo de Eggun, necesario para poder hacer la consagración del trono de ikú. En obesa se manda a colocar las velas.
Al bastón de Eggun se le da de comer cada vez que se le dé de comer al Eggun. Por ejemplo, cuando se va a hacer una consagración hay quienes le dan de comer al Eggun, cuando se va a hacer un oro. Estamos acostumbrados que cuando se hace un oro no se le da eyébale. Pero, creemos que es importante, cuando se hace un oro, darle de comer al bastón antes de hacer el oro. Otro momento es cuando se están haciendo ceremonias de envergadura. Envergadura es cuando estamos atrayendo muchas entidades, ya sea haciendo un Oyá como entregando un santo de addimú. Un Obba, un Yewa, todos esos santos que tienen una gran relación con Eggun. Es importante darle de comer a ellos y también al bastón
No todos los Pagugu llevan la misma carga. La difencia ente el Pagugu de santero y Palero es muy distinta ya que los Paleros trabajan con otro tipo de hiervas, empleando otros cantos.
Hay que separar lo que es la adoracion a Eggun en la Ocha y la religion Palo Mayombe son dos cosas distintas y no debemos mesclararlas.
Si una persona es Palera y posee un palo consagrado, no puede pensar que ese mismo le sirva para hacer las consagraciones en la Ocha e igual con el palo de muerto de un espiritista.
El palo de muerto de un espiritista se puede colocar junto a su altar espiritual o recostado junto al portal.
.Es importante saber invocar a los Egguns o espiritus de los antepasados para esto es necesario tener un palo o baston llamador de muertos llamado"Pagugu ni Eggun".
Este baston liturgico, lleva una beep muy paticular que se coloca en la parte superior del mismo.
El baston antes de usarse debe ser preparado adecuadamente por un Sacerdote calificado en la materia.
Los Aleyos(creyentes) no deben usa el Paggugu Ni Eggun a menos que esten muy involucrados en la liturgia Yoruba.